
Todos los días hay miles de personas buscando una oportunidad laboral o mejorar la que ya tienen; al mismo tiempo hay empresas tratando de encontrar a los mejores perfiles que se adapten a sus necesidades. Según el INEGI, en México la Población Económicamente Activa representa aproximadamente el 46% de la población en el país, es decir 60.1 millones de personas, de diversos extractos sociales y que van desde los 18 hasta más de 60 años.
Es un hecho que para las empresas resulta retador y a la vez imperativo dar incentivos adicionales que prevengan la rotación, les permitan atraer a los mejores talentos, al mismo tiempo que estimulan su desarrollo personal y profesional. Pero ¿cómo lograr eso cuando los colaboradores tienen intereses y necesidades tan diferentes?
Up Sí Vale, empresa de soluciones de control y gestión de recursos financieros, realizó una encuesta a sus usuarios y comparte algunas cifras que muestran un panorama de lo que realmente están buscando esta diversidad de trabajadores mexicanos sobre la vida laboral, las prestaciones y cuales son sus prioridades.
La fuerza laboral del futuro
De acuerdo con los resultados, en las empresas y negocios conviven cuatro generaciones: los baby boomers (12%) que comienzan a pensar en sus planes de retiro, la generación X (41%) con 40 a 55 años de edad, los millennials (39%) quienes están luchando por un cambio, y los centennials que apenas se van abriendo paso pero vienen con un talento digitalizado.
Además de ser colegas existe un territorio neutral que los une a todos: las prestaciones, las cuales se vuelven cada día más importantes para los colaboradores pues impactan directamente en su calidad de vida.
Si bien estos cuatro grupos generacionales se relacionan en la oficina o espacios de trabajo, cada uno tiene prioridades tan marcadas que demandan prestaciones afines a su forma de vivir. Por ejemplo, las nuevas generaciones buscan tener experiencias físicas y digitales que puedan compartir con familiares y amigos, mayor seguridad al momento de realizar transacciones en línea y que todo lo puedan controlar de preferencia desde su smartphone.
Factor de permanencia y productividad
El hecho de percibir beneficios económicos adicionales al salario base, como tarjetas de despensa o monederos electrónicos, impacta positivamente en los niveles de productividad. De acuerdo con la encuesta, para la mitad de los tarjetahabientes estas prestaciones son un aliciente para ir al trabajo.
Por su parte, 4 de cada 10 se siente valorado al ser recompensado por sus esfuerzos tratando de cumplir con sus objetivos, mientras que para 2 de cada 10 le es indiferente el tipo de prestaciones que su empresa les de. Es importante tener en cuenta que en México se trabajan 2,128 horas al año en promedio, según la OCDE, lo que puede ser agotador, recibir un incentivo económico resulta estimulante.
Asimismo, para el 90% de los trabajadores las prestaciones influyen mucho en su decisión de no buscar otro empleo, a 9% no les importa si aumentan o disminuyen mientras tengan un pago justo, y el 1% restante le es indiferente. El conjunto de beneficios son clave para atraer y retener el talento laboral, más ahora que las nuevas generaciones están marcando la pauta con un enfoque más práctico y digitalizado. |
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