El proceso artesanal en los campos de Grupo La Norteñita En los campos de Grupo La Norteñita el esmero para cuidar de este tesoro es inigualable, pues a cada árbol se le coloca una malla para proteger el fruto. En algunas ocasiones esto no es posible, en esos casos se cubre la huerta entera. Además, las cerezas son monitoreadas constantemente para evitar plagas y contaminación.
Como resultado del gran trabajo que llevan a cabo, en abril los campos de Grupo La Norteñita se llenan de hermosas flores de cerezo o sakuras, como se les conoce en Japón. Más tarde, durante el mes de junio, inicia la pisca: durante 5 o 6 semanas cada trabajador dedica alrededor de 280 horas a recolectar las cerezas que han sido cultivadas, sumando en total más de 16 mil 800 horas para llevar a cabo esta labor.
Con el trabajo de sus manos expertas, los recolectores comienzan un proceso totalmente artesanal, pues ninguna máquina interviene. Después de ser recolectada, la fruta recibe un baño frío en la huerta, ya que es necesario mantenerlas frescas para asegurar su vida en anaqueles. Luego se transporta en camiones refrigerados y se empaca dentro de una sala fría para finalmente ser llevada a grandes almacenes donde serán ofrecidas a los consumidores. 
Las cerezas amarillas de Grupo La Norteñita se distribuyen a través de centrales de abasto en la Ciudad de México y Monterrey, de esa forma llegan a tianguis, mercados y puestos de frutas y verduras. Adicionalmente, se pueden encontrar en algunas cadenas de supermercados, donde se distribuyen bajo el sello de Delisana, la principal marca de Grupo La Norteñita, el cual se puede identificar por su etiqueta de color azul con una manzana bicolor: roja y verde. Cuando se piensa en esta fruta —en el mejor de los casos— se evoca a un pequeño alimento rojo; sin embargo, la cosecha de cerezas amarillas de Grupo La Norteñita le ha dado la oportunidad a los paladares de miles de mexicanos de ser testigos de un sabor único. De esa forma, sólo es posible decir que se han comido cerezas cuando se han probado las que se producen en Chihuahua, en los campos del gigante agroalimentario de México. Son una verdadera joya de la fruticultura mexicana, una muestra del potencial que tiene nuestro país para generar productos de alta calidad y sabor inigualable. Cada temporada de cosecha nos recuerda la belleza y la perfección que se puede encontrar en los detalles más pequeños de la vida. ¡Grupo La Norteñita pone en alto el nombre de México! # # # Para más información por favor visita www.grupolanortenita.com/ y www.delisana.com.mx
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