· La artista, más viva que nunca en sus pinturas y escritos: Magnolia Rivera
· La especialista dio una conferencia en el Museo Nacional de Arte
· Alquimia y ciencia, necesarias para entenderla y comprenderla, dijo
Como parte de las celebraciones del INBA por el 50 aniversario luctuoso de la pintora surrealista, en días pasados la escritora y pintora mexicana Magnolia Rivera impartió la conferencia Remedios Varo, medio siglo después, en el Museo Nacional de Arte, donde leyó una carta y aseguró que la artista, a 105 años de su natalicio y 50 de su muerte, “está más viva que nunca en sus obras pictóricas y en sus escritos”.
En una carta “a un pintor no identificado”, la artista Remedios Varo escribió un párrafo que bien pudiera dar pauta para escribir toda una novela sobre lo que es su vida y su obra:
“Yo soy la reencarnación de una amiga que tuvisteis en otros tiempos (…) Después de atravesar mi espíritu, primero por el cuerpo de un gato, después por el de una criatura desconocida perteneciente al mundo de la velocidad –es decir, a ese que nos atraviesa a más de 300 mil kilómetros por segundo (y que, por lo tanto, no vemos)—, fui a dar, inexplicablemente, al corazón de un trozo de cuarzo. Al favor de una tormenta abominable, los fenómenos eléctricos me fueron favorables y, cayendo un rayo en dicho trozo de cuarzo, rescató mi espíritu que, describiendo una espiral, fue a alojarse en el cuerpo de una mujer metidita en carnes que por allí circulaba”.
Este año que comienza “se deben rememorar los 50 años de la partida física de la pintora, quien ha entrado en la eternidad del signo y que se ha convertido en una sensibilidad trascendental y apenas develada”.
Varo nació en 1908 en Cataluña, “el más grande foco cabalístico medieval”, por lo que a lo largo de su vida “buscó en la ciencia, el arte y la metafísica las respuestas a sus dudas”.
Fue a mediados de los años 40 del siglo pasado, que se trasladó a México, luego de recorrer varios países, para instalarse y crear sus obra maestras hasta su muerte, acaecida el 8 de octubre de 1963.
Clasificada como una pintora surrealista, cuyo movimiento se basaba en el arte, la ciencia y el esoterismo, Remedios Varo se convirtió, con el paso del tiempo, en “una maga de la ciencia y del arte”, pero también le interesaban las palabras y la música, explicó Rivera, quien en este año ofrecerá varias conferencias en diversos espacios para recordar el legado artístico y literario de una artista singular, que aún sigue sorprendiendo tanto a espectadores como a críticos.
Comparando la obra de Varo con diversas fuentes bibliográficas, que van desde obras cabalísticas hasta psicológicas, Rivera dijo que la artista tenía un plan, una estrategia temático-estructural, un firme diseño conceptual, al grado de que su idea pictórica ya era primigenia. Sienta sus bases en la simbólica sagrada, consideró Magnolia Rivera.
Finalmente, instó a que los futuros investigadores de la obra plástica de Varo, “sean más conscientes que nunca, para tratar de interpretarla y entenderla”.
Especificó: “Deben recurrir a un sistema comparado, de investigación, de compilación y de crítica de diversa fuentes, que van desde la alquimia y la filosofía hasta la biología y la criptología, incluyendo las fuentes espirituales, artísticas y científicas, debido a que es vasto y enigmático todo su acervo artístico”.
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