El paso, testimonio sobre periodistas mexicanos exiliados

• Es una historia dirigida por el documentalista Everardo González, y cuenta con apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía a través de FOPROCINE y EFICINE
• Este documental participa en la Plataforma Mexicana de la 5ª edición del Festival de Cine de la Riviera Maya

Por su profesión y relación estrecha con el gremio periodístico, Everardo González tenía una cuenta pendiente al abordar en su cine la situación del periodismo en nuestro país. Encontró esa oportunidad al conocer la vida de dos periodistas mexicanos exiliados en Estados Unidos, un tema que resulta tan silencioso como preocupante, como se deja ver en su documental El Paso. 

De acuerdo a González, en 2014 en ese país se recibieron más de 14 mil solicitudes para buscar refugio fuera de México, muchas  ellas provenientes de periodistas. Y es que ejercer el periodismo de investigación, especialmente sobre temas de narcotráfico, corrupción y delincuencia organizada, representa un alto riesgo que deriva en agresiones, secuestros y hasta amenazas de muerte. 

“Esa cantidad en un año habla de la dimensión del problema, pero es algo callado y muchas personas no saben que existe esa opción, una alternativa para salvar la vida de los reporteros. Así, mi película se convierte un una herramienta útil, aunque suene horrible”, comenta en entrevista el cineasta egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). 

Interesado en aquellos periodistas que se dedican a cubrir la nota diaria desde la calle, en específico temas políticos y de nota roja, Everardo González acerca al espectador a dos personajes: Alejandro Hernández Pacheco y Ricardo Chávez Aldana, nombres que quizá resulten poco conocidos, pero que para el realizador representan un tema de gran trascendencia que debe atenderse en la agencia pública. 

“Tengo una preocupación legítima por la integridad de los reporteros, especialmente por los que cubren nota en los estados y que son el eslabón más frágil de la cadena informativa. Quise alejarme de las plumas conocidas y dejar un testimonio hacia futuro sobre esta situación de vulnerabilidad de aquellos que sólo obedecen órdenes”, agrega González. 

En el caso de Alejandro Hernández Pacheco, su vida se desarrollaba en Torreón como reportero de deportes. Más tarde, le toca hablar de un tema que es, en opinión del documentalista, la piedra angular de la impunidad en este país: la autoridad y el crimen organizado trabajando del mismo lado. 

“Entonces lo mandan a cubrir a un penal que libera presos en la madrugada para cometer actos de sicariato, pero una célula del cartel de Sinaloa lo secuestra junto a sus compañeros. Es la primera vez que un cartel condiciona la vida de un reportero que cubre para un medio nacional como Televisa, a cambio de que se hable de lo que ellos quieren que se hable”. 

El segundo caso nos lleva a conocer a Ricardo Chávez Aldana, un retrato del reportero más  callejero, de esos hombres que le entra a todo, según relata Everardo González. Un día le ofrecen ser reportero policiaco en Ciudad Juárez, Chihuahua. 

“Esa fue la mecha de inicio de lo que va a ser un desastre por los próximos diez años. Sin darse cuenta, Chávez Aldana habla en una estación muy popular sobre la relación del ejército  y de los policías municipales, estatales y federales con el crimen organizado”, señala el realizador. 

El documental El Paso está soportado básicamente en esos dos personajes, cuya historia se amalgama con la presencia de Carlos Spector, considerada la figura más relevante de asilo político en los Estados Unidos para mexicanos. Él es el abogado de Alejandro y Ricardo y representa el primer acercamiento del realizador Everardo González con los protagonistas de su historia. 

Y es que frente a todo ese contexto, el mayor problema al que el documentalista se enfrentaba era cómo convencer a dos amenazados de muerte para que le abrieran las puertas de su casa para que su familia también fuera filmada.  “Es un ejercicio de paciencia y respeto”, responde.

Agrega que tuvo que pasar tiempo para que ellos estuvieran convencidos, porque desafortunadamente el retrato de la violencia es muy lucrativo en México y ellos como víctimas se han dado cuenta que también han sido muy utilizados. “En el caso de Alejandro Hernández, hasta la última etapa de filmación fue que me permitió que yo entrara a su casa. Tuvieron que pasar dos años para que él se diera cuenta que podía confiar en mí, en mi equipo y en lo que estaba haciendo”. 

Son cinco las razones por las que Estados Unidos puede aceptar la solicitud de Asilo Político: raza, religión, nacionalidad, opinión pública o ser miembro de un grupo social particular. La persona debe ser incapaz  de regresar a su país de nacionalidad, por haber estado en el pasado sujeto a persecución o por tener temor bien fundado de una persecución futura. 

En el caso de Alejandro Hernández y Ricardo Chávez les fue concedido el Asilo Político en los Estados Unidos; sin embargo, El Paso no deja de ser fundamental para el reconocimiento de aquellos periodistas que aún están en espera de obtenerlo. Asimismo, el documental resulta una metáfora sobre las fronteras emblemáticas del mundo. 

“La frontera entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, es una de las más contradictorias del mundo: en una distancia de menos de 300 metros, divide una de las ciudades más peligrosas del mundo con la segunda ciudad más segura de Estados Unidos. Y una condición de vida y garantías individuales que son diametralmente opuestas. Eso es absurdo”, afirma Everaldo González. 

La producción de El Paso se logró gracias al apoyo otorgado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), a través del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) y del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (EFICINE 189).

Actualmente este documental participa en la Plataforma Mexicana de la 5ª edición del Festival de Cine de la Riviera Maya (RMFF, por sus siglas en inglés). Mayor información sobre su recorrido por festivales cinematográficos y su próximo estreno puede consultarse en el sitio de su productora, Artegios.