- Con motivo del 481 aniversario del otorgamiento del título “Ciudad de Michoacán” a Pátzcuaro, se realizarán diversas actividades, entre ellas la ceremonia de entrega del reconocimiento, el lunes 28 de septiembre
- Instituido por decreto en 1983, el galardón se otorga a ciudades que sobresalen por sus méritos y a personas e instituciones que se distinguen por sus actividades humanísticas, artísticas y científicas
- El director de la Compañía Nacional de Teatro entiende esta distinción como el reconocimiento a la obra de un equipo, más que de una sola persona
Convencido de que el teatro es una necesidad desconocida de todos los seres humanos, Luis de Tavira dio inicio al proyecto del Centro Dramático de Michoacán (Cedram) en 2004, año en el que se fundó una comunidad creadora para levantar un teatro en el corazón de la Quinta Eréndira –que fue propiedad del general Lázaro Cárdenas–, donde se establecieron talleres y diplomados para los actores del país, pero de manera más señalada, “para llevar el teatro a quienes nunca lo han tenido”.
Por esta labor continua de promoción artística y cultural, Luis de Tavira, director artístico de la Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), será reconocido con la XXXIII Presea Vasco de Quiroga. La ceremonia se realizará el lunes 28 de septiembre a las 17:00 horas en la Plaza Vasco de Quiroga de Pátzcuaro, Michoacán, en el marco de las actividades por el 481 aniversario del otorgamiento del título “Ciudad de Michoacán” a Pátzcuaro.
Pedagogo y dramaturgo, Luis de Tavira entiende esta distinción como el reconocimiento a la obra de un equipo, más que de una sola persona, a partir de que “el teatro es un arte colectivo que solo florece ahí donde su hacer se ha convertido en amistad”.
El Cedram, creado a partir de la convergencia de iniciativas a favor del teatro en muchos sentidos, es fruto de otro proyecto entrañable: la Casa del Teatro de la Ciudad de México, que en la búsqueda de diferentes experiencias renovadoras condujo a la creación del Colegio de San Cayetano, dedicado a la formación intensiva de la comunidad, al servicio de los actores que se formaban en la Casa del Teatro y del Programa de Teatro Escolar de la Coordinación Nacional de Teatro del INBA.
“Con enorme generosidad, la familia de Lázaro Cárdenas donó el predio de la Quinta Eréndira, que había sido en un tiempo el lugar de veraneo del general, para crear ahí un centro de formación y producción teatral”, refirió en entrevista Luis de Tavira.
“Al llegar a Pátzcuaro encontramos la solidaridad y la participación entusiasta de su presidente municipal, Víctor Manuel Báez, quien nos articuló a su vez a las tareas culturales del ayuntamiento y nos ayudó a levantar el Teatro Lázaro Cárdenas, donde se creó un elenco estable de actores que empezaron a construir un repertorio, al tiempo que se dedicaban a ofrecer talleres de iniciación, profesionalización y perfeccionamiento a profesionales del teatro de Michoacán y del país”.
El encuentro con el público animó a la comunidad artística del Cedram, constituida por 12 actores egresados de la Casa del Teatro y de talleres y diplomados de San Cayetano, a incursionar por los caminos de Michoacán a bordo del Teatro Rocinante, mecano portátil sobre un tráiler desplegable mediante una estructura tubular que se ensambla y articula hasta crear un telar con desahogos y una carpa con gradería para los espectadores.
Por la Sierra Purépecha, Tierra Caliente, el Bajío o la costa, el Teatro Rocinante se ha vuelto familiar y ha conseguido hacer presente al teatro en los lugares más apartados de esa entidad, donde las comunidades piden que el teatro vuelva.
“Pátzcuaro es la ciudad donde Vasco de Quiroga, que llegó a la Nueva España como oidor del reino para atender reclamos de los misioneros que denunciaban maltrato y explotación a los indios, formuló la utopía humanista de reorganización que reconoce la dignidad de las nuevas comunidades como fundamento para la creación de una nueva nación, más allá de su defensa y protección. Fundó una ciudad nueva según el proyecto del humanismo erasmiano: un lugar dedicado al estudio, la creación y el cultivo cuidadoso de la naturaleza, que es una de las características de la comunidad purépecha, tal como se ve en Cherán, por ejemplo”.
Instituida por decreto el 27 de mayo de 1983, para ser entregada cada 28 de septiembre, la Presea Vasco de Quiroga recibe su nombre en honor al más grande humanista que ha tenido Michoacán. Fue creada con el propósito de distinguir a las ciudades que han sobresalido por sus méritos y por su espíritu de servicio. Asimismo, es otorgada a todas aquellas personas, instituciones o asociaciones que se han distinguido por sus actividades humanísticas, artísticas y científicas, o que por sus virtudes cívicas han honrado a México, Michoacán o a Pátzcuaro. Entre algunos de los recipiendarios del galardón se encuentran Silvio Zavala, Francisco Miranda Godínez y Benedict Warren, así como destacados artesanos, músicos tradicionales y pintores.
“La necesidad de teatro se manifiesta en la pérdida de conciencia que conlleva al extravío de valores y se hace patente mediante un malestar que va perdiendo el sentido de lo propio, al grado del desarraigo que anima a la migración y conduce al abandono de la propia tierra, lengua, cultura y dignidad. El teatro es el arte de la persona; su necesidad desconocida se padece cuando se transita por el proceso de deshumanización en el que vivimos”, concluyó el titular de la Compañía Nacional de Teatro.
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