La colonia Lafayette, muestra de lo que es Guadalajara: una urbe que ha conformado su perfil entre la tradición y la modernidad

• Fue presentada la Guía ciudadana Lafayette de Ana Lucía González Ibáñez

El martes 28 de abril por la noche fue presentada la Guía ciudadana Lafayette de la arquitecta Ana Lucía González Ibáñez. El acto, organizado por la Dirección de Arquitectura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), se llevó a cabo en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes con los comentarios del arquitecto Enrique Xavier de Anda, la autora del libro y la titular de Arquitectura del INBA, Dolores Martínez.

Coeditado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el INBA y el Taller Patrimonio y Metrópoli, el libro representa la primera de una serie de guías ciudadanas encaminadas a difundir la arquitectura y el urbanismo de Guadalajara en el siglo XX, en este caso, de la simbólica colonia Lafayette, conocida originalmente como Reforma y fundada en 1906.

El volumen, de formato pequeño para facilitar su uso y poder llevarlo cómodamente en el bolso, consta de 141 páginas y contiene una presentación, a cargo de Dolores Martínez; una introducción, de la autora; un capítulo con la historia de la colonia Lafayette; dos apartados acerca de los conceptos de modernidad y tradición; uno dedicado a la arquitectura; otro más acerca de la gente que vive en ese lugar, y una bibliografía para profundizar en el tema.

El arquitecto Enrique Xavier de Anda comentó que esta guía es un valioso paso en conjunto para resaltar la importancia de la arquitectura del siglo XX, y una muestra de la madurez cultural del país al proponer “la identificación de nuestra arquitectura a partir de su valoración profesional”.

Refirió que existe una gran tradición en México en cuanto a la formulación de guías, desde los cronistas de la Conquista, pasando por Luis González Obregón, hasta las guías turísticas de fines del siglo XX. Sin embargo, la Guía ciudadana Lafayette, afirmó, es una nueva experiencia, porque tiene un doble objetivo de motivación: para el interesado en conocer el patrimonio y para que los habitantes de la colonia comprendan el juicio de los historiadores acerca del sitio en el que viven y sus edificios emblemáticos.

En su libro –afirmó De Anda–, la autora habla de lenguajes y no de estilos arquitectónicos, lo que constituye un avance importante en la comprensión de la arquitectura histórica. Se refirió, asimismo al “necesario proceso de incorporación de espacios públicos a lo que la sociedad propone por modo y por costumbres”, al destacar que el uso del suelo ha pasado de habitacional a comercial.

Finamente, resaltó la trascendencia del derecho de la gente a “opinar sobre el valor que creemos que tienen los edificios, de tratar de que no se violente su integridad y de buscar una mejor calidad de vida”, pero también de la obligación del Estado de ejercer “la política por el bien común y de formular leyes que se hagan cargo de las demandas sociales”. En ese sentido, propuso la utilización y el disfrute del espacio público urbano “como un bien social”.

Por su parte, la autora de la Guía ciudadana Lafayette, Ana Lucía González Ibáñez, calificó a esta publicación de “un trabajo sencillo con pretensión de acercamiento a la gente”, y sostuvo que tiene un propósito doble: difundir los valores del patrimonio y ayudar a la formación de valores entre quienes empiezan su carrera en la arquitectura.

Planteó que la colonia Lafayette es una muestra de lo que es Guadalajara: una urbe que ha conformado su perfil entre la tradición y la modernidad, pero también entre una gran explosión demográfica, al pasar, de 1964 a 1967, de 240 mil a un millón de habitantes, lo que generó una gran necesidad “en los modos de habitar y desarrollar las actividades cotidianas”.

Destacó el impacto de la creación, en 1948, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara; de los constructores del paisaje urbano-arquitectónico de la Perla Tapatía, entre ellos Luis Barragán, y de la fuerte presencia del mercado inmobiliario en la actualidad, a lo que se ha opuesto fuertemente la sociedad en defensa de su patrimonio.

Al respecto, Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura del INBA, señaló que la defensa del patrimonio es tarea de toda la sociedad civil, no solamente del Estado, por lo que convocó a unirse a esta lucha por la preservación del patrimonio cultural del país.