· Se cumplen en mayo 120 años de su fallecimiento
· Concertistas de Bellas Artes interpretará su obra Minuetto
· En el marco de la Gala de Concertistas de Bellas Artes, el 18 de febrero
En 2013 el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordará el 120 aniversario de luctuoso del compositor mexicano Felipe Villanueva, que se cumplirá el próximo 28 de mayo.
Para festejar su invaluable legado musical, por lo pronto, el grupo Concertistas de Bellas Artes le rendirá un homenaje el próximo lunes 18 de febrero a las 20:00 horas, en el Palacio de Bellas Artes, cuando interprete, en el marco de la Gala de Concertistas de Bellas Artes, su obra Minuetto.
Ese mismo día, la agrupación del INBA también recordará los bicentenarios de los natalicios de Wagner y Verdi, así como los 50 años de la muerte de Ernesto Lecuona.
A Villanueva, quien fue violinista, pianista y compositor, se le ha encasillado en la corriente romántica, sin embargo está considerado por los críticos como el creador de la danza mexicana, ritmo inspirado en la habanera cubana, y uno de los precursores del nacionalismo mexicano.
Nacido el 5 de febrero de 1862 (hace 151 años), Villanueva escribió a los 10 años de edad su primera obra, Cantata patriótica para piano y cuatro voces y, posteriormente, una mazurca para piano tituladaEl último adiós. En sus 31 años de vida compuso medio centenar de obras musicales.
Más tarde ingresaría al Conservatorio Nacional de Música, época en que fue dirigido por Alfredo Bablot, pero después fue rechazado, por lo que estudió piano y armonía con Antonio Valle. En 1876, a los 14 años de edad, ingresó como violinista a la Orquesta del Teatro Hidalgo, dirigida por José C. Camacho, quien también le daría cases de composición.
Entre sus obras más conocidas se encuentran Amor, Idolina, Lamento, Sueño dorado, Un día de asueto, Vals poético, por mencionar algunas, además de la ópera cómica Keofar, que fue estrenada con gran éxito después de su muerte, en 1893, en el Teatro Principal de la Ciudad de México.
Con Ricardo Castro, Gustavo E. Campa y otros músicos fundó el Instituto Musical (1887), a través del cual Villanueva difundiría la obra de compositores como Bach, Chopin, Liszt y Rubinstein.
Los restos de Felipe Villanueva yacen en la Rotonda de las Personas Ilustres. Hace un año, el escritor Eusebio Ruvalcaba escribió que Felipe Villanueva es un compositor que reserva aún mejores juicios; y un contemporáneo suyo, el compositor francés Eugéne D’Albert aseguró, en 1891, que Villanueva “es el artista más genial que he conocido en América”.
La investigadora Consuelo Carredano señala: “La música de Felipe Villanueva ha permanecido en el gusto de varias generaciones, no solo por sus cualidades intrínsecas, sino porque, al escucharla, evocamos un pasado lejano y pleno de nostalgia. Intuimos en su música la presencia de un mundo de orden y armonía. Escuchamos en ella el eco de una época feliz que no despertó, o tal vez no quiso despertar de un sueño romántico.
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