- Dicha institución tuvo su primer recinto en 1866 como Sociedad Filarmónica Mexicana
- La antigua Escuela de Medicina, su primera sede arquitectónica
- Hoy es una de las más importantes escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó el 146 aniversario de la instalación del Conservatorio de la Sociedad Filarmónica Mexicana en el Patio de los Naranjos de la Escuela de Medicina (antiguo Palacio de la Inquisición). Ese día, pero de 1866, se contó con el primer espacio arquitectónico de lo que es hoy el Conservatorio Nacional de Música, una de las más destacadas escuelas del INBA, que forma músicos profesionales en las especialidades de interpretación, docencia, investigación y creación.
Con el propósito de difundir los conocimientos musicales, a principios del siglo XIX se fundaron organizaciones como la Academia Filarmónica Mexicana por José Mariano Elízaga; la Escuela Mexicana de Música, a cargo de Joaquín Berinstáin y Agustín Caballero; y la Academia de Música de la Sociedad Filarmónica de México, por Antonio Gómez, teniendo como base el modelo del Conservatorio de Madrid.
Posteriormente, junto con nuevos colaboradores, se fundó la Sociedad Mexicana con miembros destacados --como Franz Liszt-- con el objetivo de la creación de un conservatorio, y el 1 de julio de 1866 iniciaron los cursos formales de esta institución, para dos años después incorporar la enseñanza del arte dramático, siguiendo el modelo del Conservatorio de París.
En 1876 se disolvió la Sociedad y la institución fue nacionalizada convirtiéndose, en 1877, en Escuela Nacional; en 1920 pasó a ser una dependencia de la Secretaría de Educación Pública; en 1866 se instaló en el Antiguo Palacio de la Inquisición y posteriormente en la esquina de Allende y Donceles, donde el padre Agustín Caballero tenía su academia particular, pero al año ya resultaba insuficiente el espacio, y de 1867 a 1908 se estableció en el Zócalo capitalino.
De 1908 a 1914 se trasladó a Puente de Alvarado Núm. 54, donde permaneció hasta que le otorgaron su sede definitiva en lo que eran las casas del Mayorazgo de Guerrero; pero para el adecuado funcionamiento de la institución educativa siempre fue un problema no contar con una sala de conciertos teniéndose que utilizar distintas salas a lo largo de los años como la Capilla de la Universidad, los teatros Arbeu y Renacimiento, y posteriormente el Anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria y el ex templo de Santa Teresa.
En 1935 el edificio pasó a ser propiedad de la Secretaría de Educación Pública y surgió la inquietud de la construcción de un espacio diseñado específicamente para el uso requerido y ante años de insistencia de los conservatorianos, el gobierno les cedió el terreno que ocuparía el Club Hípico Alemán, en Avenida del Castillo, posteriormente llamado avenida Presidente Masariyk, en Polanco.
En 1944 se determinó como propiedad de interés para el Conservatorio y en 1947, mientras estaban listas las nuevas instalaciones a cargo del arquitecto Mario Pani, el Conservatorio tuvo que moverse nuevamente, ahora a la Escuela Normal Superior de Ribera de San Cosme. Finalmente, en 1949 se inauguró el nuevo edificio con un fastuoso programa musical.
Con el paso del tiempo el edificio del Conservatorio Nacional de Música sigue considerándose como uno de los conservatorios más bellos del mundo, de la imaginación de Mario Pani, gran seguidor de las enseñanzas del modernismo internacional que aplicó fielmente los preceptos de Le Corbusier en sus más de 130 proyectos institucionales, defensor del funcionalismo y promotor de las innovaciones urbanas. Su gran talento, aunado a la gran influencia política de su padre, lo colocan como la estrella del diseño en el periodo de Miguel Alemán, convirtiéndose en el más prestigioso y famoso arquitecto de la época.
0 Comments:
Publicar un comentario