En acabados, revestimientos y recubrimientos hay tendencias muy definidas que prevalecerán en los siguientes años. Por un lado, el deseo de respirar en espacios amplios y, hasta cierto punto, de buscar protegerse de contagios, hace que se revaloricen las áreas abiertas, ventiladas, por lo que los exteriores serán los protagonistas. Asimismo, provocado también por la manera en cómo la gente reconectó con su entorno físico se creó la necesidad de volver a los orígenes y de estar en contacto con lo natural, por lo que se buscan materiales que respondan a ese anhelo.
Entre los grandes cambios, las personas han invertido en renovar, principalmente, terrazas y solares, jardines, casas de campo, cocinas o comedores de exterior y albercas, a fin de contar con escenarios que los conectarán con el aire libre y la naturaleza, mientras que en interiores las adecuaciones más importantes se observaron en mobiliario e iluminación.
En cuanto a materiales, las preferencias hoy tienden hacia las piedras y los cerámicos con apariencia natural, espacios claros y más orgánicos en mobiliario y revestimientos, esta tendencia se vincula con lo visto en grandes exposiciones en París, Francia, y en Valencia, España.
“Hoy la gente en casa busca ambientes naturales y acabados que emulen a la naturaleza; la tendencia es hacia la biofilia, los colores verdes y que nos dan la percepción de estar cerca de lo natural”. Fernando Lozano, director del Consejo Cerámico de Norteamérica (TCNA, por sus siglas en inglés), refiere que así como se tiende hacia la escuela de paisajismo japonés, al semejar áreas zen, cómodas y tranquilas, por otro lado también se buscan modelos art déco, con patrones geométricos ya no sólo cuadrados sino hexagonales o triangulares, incluso con acabados metálicos, pero siempre con una reminiscencia a lo natural.
Stephany Torres, del departamento de Innovación de Porcelanite, confirma que si bien en el periodo crítico del gran encierro las cocinas fueron el lugar donde las personas y familias invirtieron e hicieron más adecuaciones, quienes pudieron también se volcaron en los exteriores para remodelaciones. “El tema de voltear a ver los jardines y terrazas para tenerlos bien vestidos, se manifestó muy fuerte, estos se convirtieron en espacios que motivaron la convivencia, el sentirse bienvenido. El espacio exterior cobró relevancia en el diseño y la arquitectura”.
En especial los fabricantes de cerámicos registraron en el último año y medio que una buena porción del mercado buscó productos que ofrezcan resistencia a la humedad, a los químicos, manchas, aceites o fracturas, cualidades para las cuales los cerámicos son ideales, pero junto a esa durabilidad se busca otra virtud: que satisfaga el deseo por recordar materiales como la madera o piedras naturales. Así las áreas abiertas se trasladaron a otra categoría, evolucionaron porque donde antes se usaban materiales más básicos, ahora se les coloca en la misma categoría de los hay dentro de las casas.
“El consumidor busca el sentimiento de tener algo semejante a un piso de madera, o una banqueta que ya no sea sólo de cemento sino que al recubrirla la viva diferente –dice Juan Carlos Aguirre, director de Innovación y Desarrollo de Nuevos Productos de Interceramic–, quieren la porosidad de una piedra o de un mármol, pero que no se manchen con una copa de vino, que sea fácil limpiarlo, reponerlo. Por ello nuestro sector se enfoca en ofrecer formatos, tamaños y texturas que permitan ese acercamiento a la naturaleza gracias al avance tecnológico que hemos desarrollado”.
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